En enero de este año leía el abstract de un artículo en la revista JAMA el artículo Freeman EW et al. Efficacy of escitalopram for hot flashes in healthy menopausal women: a randomized controlled trial. JAMA. 2011 Jan 19;305(3):267-74.
Su conclusión era la siguiente.:
Among healthy women, the use of escitalopram (10-20 mg/d) compared with placebo resulted in fewer and less severe menopausal hot flashes at 8 weeks of follow-up.
En mujeres sanas el escitalopram comparado con placebo disminuía y mejoraba los sofocos en las mujeres menopáusicas.
Antes de leer entero el artículo me asombre al revisar el apartado de resultados donde podemos leer cosa como estas:
-
La mejoría de síntomas en el grupo de escitalopram fue del 50% y el del grupo de placebo del 36%.
-
Abandonan el tratamiento 7 mujeres con escitalopram y 2 con placebo
-
Tres semanas después de abandonar el tratamiento las mujeres que habían sido tratadas con escitalopran presentaban más sofocos aunque las diferencias no eran estadísticamente significativas.
No tuve interés en leer el artículo completo…
Pocos meses han tardado en publicarse resultados en la línea opuesta: otro pequeño estudio rabdomizado muestra la NO eficacia de tratar los sofocos menopáusicos con este antidepresivo. Freedman RR, Kruger ML, Tancer ME. Escitalopram treatment of menopausal hot flashes. Menopause. 2011 Apr 30.
En la consulta de atención primaria no siempre tenemos tiempo de abordar con la suficiente calma episodios de transición biográfica del que para mí un claro ejemplo es la menopausia en la mujer. Supongo que será esta necesidad de tratar siempre, de ofrecer una alternativa rápida lo que nos motiva a buscar tratamientos farmacológicos eficaces (algo también tendrá que ver la industria farmacéutica supongo). Es por ello que hoy destaco en el post un artículo que ha llamado mi atención. Lo publica una médica australiana: Reddish S. Menopausal transition – assessment in general practice. Aust Fam Physician. 2011 May;40(5):266-72.
No esperéis una revisión bibliográfica al uso. Es una reflexión que considera la consulta de una mujer de mediana edad como una oportunidad tanto para la paciente como para el médico para tratar un amplio abanico de hechos que impactan tanto en la calidad de vida de la paciente y como en el perfil de riesgo para su futura salud. Insiste en lo importante que es ayudar a entender que es lo que ocurre en esta etapa de transición. Destaco un párrafo de su tabla «Explicando la menopausia»:
Your symptoms will also depend on whatever else is going on in your life at the time, such as whether you are stressed or have other medical or psychosocial conditions that are impacting on your menopause symptoms. It is like putting everything – hormones, relationships, genetics, work, stressors, general health and lifestyle into a big pot and stirring it around and you come out as you are. Therefore, ‘fixing your hormones’ will only be a part of your overall health management plan.
Sus síntomas también dependen de lo que esté pasando en su vida en ese momento, por ejemplo, si está estresada, o si tiene otros condicionantes médicos o psicosociales que tengan impacto sobre ellos. Es como si ponemos todo junto – hormonas, relaciones, genética, trabajo, estresores, salud, estilo de vida- en una gran olla, lo removemos todo y sale lo que tu sientes. Por ello las hormonas son sólo una parte del plan de salud personal a diseñar.
Una reflexión muy interesante para un tipo de consulta muy muy frecuente.
Muy útil el post, la verdad es que para alguien ajena a la medicina como yo jamás se me habría ocurrido abordar los síntomas de la menopausia en el conjunto de todas las cosas que te suceden en la vida, aunque bien pensado tiene su lógica 🙂
¿También puede influir el lugar geográfico donde vives?
Me gustaMe gusta
Luis,
Qué alegría ver el brío de esta entrada, valiente y decidida. Un lujo.
Pues sí, el artículo que citas inicialmente la verdad es que es un poco flojo, impropio de una revista tan prestigioso. Lo explico en esta entrada de hace unos meses: http://wp.me/pD3FL-163.
Por otro lado, vemos casi a diario como muchas mujeres sanas pasan por un momento muy duro al llegar la menopausia. Creo que animarles a que narren sus vivencias les puede servir para aliviar tan duro trance, que provoca mucha incompresión a su alrededor, lo que acrecenta la sensación de soledad. Está claro que los fármacos no son ni mucho menos la solución. Sin embargo, el mensaje predominante es: «te haces mayor, es el momento de que te comiences a cuidar, tienes que hacerte las mamografías, citologías, densitometrías, te tiene que ver el ginecólogo, el psiquiatra-psicólogo, hacerte unos análisis de sangre, etc.» y de repente se encuentran, casi de la noche a la mañana, tomando 5 fármacos: para el colesterol, para la osteoporosis, para la tensión, para los sofocos, para la ansiedad y para la depresión. Y de estar sana, pasas a estar preenferma o sentirte una sana preocupada…
La verdad es que da un poco (mucha) pena todo ésto…
Desde luego, es momento de reivindicar nuestro papel en este proceso, acompañando a la mujer y medicalizando sólo lo imprescindible. De una forma natural. Como lo es la menopàusia…
Un abrazo
Me gustaMe gusta
Gracias amigo. Escribo menos de lo debido pero tus comentarios sí que animan a seguir. Abrazos varios desde Mérida
Me gustaMe gusta