Además de la publicación de un metanalisis sobre oseltamivir donde, tras no poder incluir información de ensayos de Roche, se cuestiona su capacidad de disminuir las complicaciones infecciosas bacterianas, el BMJ nos lanza un durísimo editorial titulado Why don’t we have all the evidence on oseltamivir? (¿Por qúe no tenemos toda la evidencia sobre el oseltamivir?).
En el editorial reflexionan sobre los obstáculos que Roche habria planteado para compartir los datos de sus ensayos clínicos sobre el fármaco. Recojo esta frase sobre la evaluación de los ensayos clínicos en la actualidad:
El sistema actual no está funcionando. Peor que eso, que da una falsa sensación de seguridad. Los fracasos del sistema han dejado como resultado evaluaciones de fármacos para los que, en ausencia de una mejor información, debemos asumir el mismo grado de confusión y la incertidumbre en cuanto a oseltamivir. La industria farmacéutica, directamente o indirectamente, se encarga de la mayoría de todas las evaluaciones de fármacos, así que la mayoría de las pruebas utilizadas para apoyar la política indicaciones permanece envuelta en el secretismo. En sólo una minoría de casos los datos han sido objeto de un análisis independiente y una completa interpretación. En muchos, si no la mayoría de los casos, las únicas personas que han visto el conjunto de datos son empleados de la empresa.
Quizás batallas como las que se están viviendo acosta de la gripe A ayuden a clarificar el papel de las instituciones públicas en este complejo mundo de intereses económicos que rodea a la utilización de fármacos.
Cuando ya había editado el post descubro que no sólo está teniendo repersusión en p.e. el centro de MBE de la Universidad de Oxforod, sino también en médios de comunicacióncomo el canal de noticias británico Channel4: